Nunca me surgió la oportunidad de tener relaciones sexuales o íntimas así que fui virgen hasta los treinta y muchos. No sé qué tan inusual sea, pero a mí me daba vergüenza y me sentía estigmatizado. Era una persona terriblemente tímida y ansiosa, pero no estaba aislado. Siempre tuve amigas pero nunca fui capaz de trasladar esas relaciones al plano íntimo. En el colegio, estaba rodeado de chicas pero nunca hice esos avances que probablemente sea normal que uno haga. Cuando llegué a la universidad, ya tenía un patrón definido: asumía que no iba a acostarme con nadie. Si pasas tu adolescencia y juventud sin salir con gente, careces de esas pruebas que hacen que te digas a ti mismo: Sí, puedo gustarle a otros por mi apariencia física: he tenido tal y tal novia Nunca hablé de esto con mis amigos y nunca me preguntaron nada al respecto.
Cut, de 23 años. El sexo denial es una ciencia exacta. Los hombres tampoco ni siquiera son una erudición. Sin embargo, a los 20 la madurez intelectual alcanzada les permite tomarse las cosas de una manera bastante distinta.